Una familia de Cincinnati enfrentó sus peores temores cuando su amado perro desapareció durante una semana entera. Su angustia se convirtió en una mezcla de һoггoг y alegría cuando descubrieron que su peludo amigo había quedado atrapado dentro de una tubería de drenaje durante todo ese tiempo, asustado, hambriento y gimiendo.
Conoce a Edgar, un mestizo de retriever negro de 4 años, que ahora goza de buena salud pero cuya historia sirve como una advertencia para los dueños de mascotas en todas partes.
Edgar, junto con su leal compañero Oscar, logró escapar audazmente del garaje familiar mientras Sean Ryan, su dueño, trabajaba en su automóvil. Aunque los Ryan utilizaban una cerca eléctrica y correas cuando eга necesario, ocasionalmente permitían que sus perros deambularan libremente durante el tiempo de juego supervisado. En ocasiones anteriores en las que los perros habían logrado escapar, siempre habían regresado a casa, a veces cubiertos de barro después de una noche de aventuras en el bosque.
Sean Ryan describió cariñosamente a sus perros, diciendo: “Son buenos chicos, pero les encanta escaparse. Se sueltan y vuelven solos a casa en una noche o dos”.
Sin embargo, esta vez resultó ser diferente. Oscar logró regresar a casa a la mañana siguiente, pero Edgar permaneció desaparecido. Esta separación inusual levantó alarmas para la familia.
“Pensamos que si estaba en nuestra calle, no estaba perdido”, explicó optimista Sean Ryan. “Solo volvería a casa”. Pero los días pasaron, convirtiéndose en una semana entera, y Edgar no estaba en ninguna parte.
Una semana completa pasó. Sin Edgar. Y entonces, mientras daba su paseo matutino con Oscar y se sentía triste ante la perspectiva de una vida sin su perro desaparecido, Ryan escuchó un gemido familiar y agudo.
“Lo llamamos a Ed ‘El Silbador’”, dijo. “Es fácil escuchar pájaros cantando y pensar que estás escuchando su gemido… Estaba mirando un césped y no había perro a la vista. Pensé que podría estar imaginando cosas, pero dije: ‘OK, esperaré hasta saber qué es ese sonido’”.
Una mañana, mientras paseaba a Oscar y se sentía desanimado por la perspectiva de perder a su perro, Sean Ryan escuchó un gemido familiar y agudo. Edgar tenía un patrón de gemido distintivo, y Sean no pudo ignorar el sonido. A pesar de no ver ningún perro a la vista, esperó pacientemente para confirmar la fuente del ruido.
A medida que el gemido se hacía más fuerte, se acercó al césped de un vecino, donde una tubería vertical se cruzaba con un canal de drenaje que corría debajo de él. Fue allí donde descubrió a Edgar.
“Puedo ver nada más que sus ojos brillando de vuelta hacia mí”, recordó Sean Ryan, con las emociones brotando mientras hablaba. “Se puso frenético. Estaba feliz de verme, pero tan desesperado porque lo sacara”.
Sean se sintió abrumado por una mezcla de emociones: alegría al encontrar a su perro y һoггoг al verlo atrapado en la tubería. Estaba perdido, dando vueltas en círculos, tratando de averiguar cómo liberar a Edgar.
Se llamó al departamento de bomberos, y un equipo de rescate llegó rápidamente. Después de cavar para exponer la tubería, hicieron un agujero a unos metros de donde estaba Edgar y lo sacaron suavemente. Hambriento y cubierto de heridas por estar acostado en el agua, Edgar había pasado por una experiencia aterradora.
Afortunadamente, una visita al veterinario reveló que no habría daño duradero. Edgar recibió una bolsa de suero, un análisis de sangre, antibióticos y un afeitado para facilitar la curación de sus heridas.
“Ha tenido una recuperación notable”, comentó Sean Ryan. “De hecho, ¡ya ha vuelto a la escena!”.
Sean Ryan no pudo sacudir la culpa que sintió desde el incidente, pero el final feliz trajo alivio no solo a él, sino también a su esposa, Juli, y a su hijo de 20 años, Lucas, quien compartió la historia de Edgar con el mundo a través de una galería popular en Imgur.
La familia ahora planea invertir en rastreadores GPS para ambos perros para garantizar que puedan disfrutar de su lado aventurero sin miedo.
Para Sean Ryan, la lección va más allá de la propiedad responsable de mascotas. Reflexionó: “No puedo creer lo cerca que estuve de rendirme. Caminamos ese circuito todos los días… Pasé junto a él, no sé cuántas veces. Eso es lo que espero que la gente saque de esto. No asuman, y nunca se rindan”.
En cuanto a cómo Edgar terminó atrapado en la tubería, Sean explicó: “Creemos que la razón por la que entró allí fue porque le tiene miedo a los truenos. En casa, se meterá en un hueco debajo de la cama para escapar… Hubo una tormenta, y creemos que se metió, luego corrió hacia esa tubería vertical, no pudo retroceder y no pudo escapar”.
También ofreció valiosos consejos a otros dueños de perros: “Siempre debes tener etiqu
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